La vivienda vuelve a ser un valor seguro: ¿Cuándo dejó de serlo?
El año 2020 llegó el coronavirus a nuestras vidas y provocó un pánico generalizado en todos los sectores, inmobiliario incluido ya que sufrió un receso que cerraba un periodo de 6 años de crecimiento.
No solo eso, el coronavirus también cambió el modelo turístico de alquiler de viviendas y es que durante dos años el mercado estuvo casi paralizado por completo.
Si miramos al presente la situación ha cambiado y los peores momentos ya han pasado. Sí, hay guerra en Ucrania, los precios de la energía y la alimentación están disparados y las previsiones de crecimiento económico en España por el FMI se han rebajado este año al 4,3 por ciento.
El dato inicial del FMI para el 2022 era del 6,4 por ciento, pero el conflicto bélico en Ucrania y la aparición de nuevas variantes de coronavirus como el Omicron dificultan la recuperación económica del país.
Así y con todo, comprar una vivienda es una inversión segura y que merece la pena. ¿Por qué decimos esto y en qué nos basamos para sostener esta afirmación?
Fácil, los datos del sector lo corroboran. El 2021 fue el año de la recuperación y el dato de más de 565.000 operaciones de compra y venta de vivienda proporcionado por el INE o Instituto Nacional de Estadística lo confirman.
¿Por qué las viviendas son una inversión segura en los tiempos que corren?
Las viviendas siempre se han considerado una buena inversión. El motivo principal es que no pierde valor ya que este suele crecer con el tiempo.
Evidentemente, esta razón no basta y aunque no siempre es una garantía que la vivienda vaya a subir hay que revisar otros factores para valorar si la compra de una casa o piso es una buena inversión.
Para ello, hay que valorar aspectos como la situación de la casa, el precio de mercado, nuestra capacidad económica y presupuesto, así como el estado de la casa.
Y es que no es lo mismo pagar 200.000 euros por un piso nuevo que la misma cifra por una vivienda de segunda mano que en cambio está en pleno centro de una ciudad grande como Valencia.
Una vez tenemos claro estos factores, merece la pena comentar que los bienes inmuebles son la principal fuente de inversión para muchos españoles. En otros países como EE.UU. la situación es similar con una cifra del 35 por ciento de los americanos.